Hasta hace poco, el marketing olfativo aplicado al aprendizaje era un gran desconocido. Pero los recientes estudios sobre el poder que tienen los aromas para el aprendizaje están siendo tan reveladores, que algunos directores de escuelas y academias ya lo están empezando a aplicar con éxito y a notar sus beneficios.
Dichos estudios demuestran los efectos que tienen algunos aromas en el rendimiento académico, la creatividad y la memoria. En este artículo ahondaremos en el enorme potencial de este descubrimiento para el sector educativo.
Determinados aromas son capaces de mejorar los resultados académicos al estimular las habilidades necesarias para un buen desempeño escolar: la memoria, la concentración y la creatividad.
Los estudios, en los que se expone a los estudiantes a diferentes fragancias y se valoran sus resultados, van arrojando evidencias. En consecuencia, cada vez hay más datos que nos revelan qué aromas para el aprendizaje son mejores según la actividad que se debe desempeñar.
En el caso de la memoria, el aroma que más poder ha demostrado tener hasta el momento ha sido el romero. Los alumnos que se expusieron a su aroma durante la memorización de unas palabras y su posterior evaluación, tuvieron resultados significativamente mejores que cuando no había ningún aroma o cuando se les exponía a otras fragancias distintas.
El bulbo olfativo, encargado de procesar los aromas, está fuertemente conectado con el hipocampo. Este área cerebral es de extremada importancia para el aprendizaje, ya que se encarga de generar recuerdos, asociarlos a una emoción y recuperarlos.
Es decir, que el hipocampo tiene la importantísima función de darle un sentido emocional al aprendizaje. ¡Y no se puede aprender sin emoción! Entonces, al unir el poder que tienen los aromas para despertar nuestras emociones, con el contenido que deben aprender los alumnos, es posible mejorar la retención y la posterior evocación de ese contenido.
Esto sucede especialmente con la información que se puede expresar verbalmente, tanto de forma oral como escrita. Por ello, las materias como historia, literatura, biología o filosofía pueden verse especialmente beneficiadas.
No solo el romero tiene propiedades interesantes para favorecer el aprendizaje. Son muchos los aromas para el aprendizaje que pueden evocar estados mentales que potencien las capacidades de los alumnos.
De hecho, se ha demostrado que ciertos aromas aumentan la disponibilidad de algunos neurotransmisores, los encargados de la comunicación entre las neuronas, siendo capaces de potenciar las funciones cerebrales como la concentración y la creatividad.
Eso puede ser especialmente útil en las clases que requieren una elevada capacidad analítica o de cálculo, como las asignaturas de matemáticas o ciencias aplicadas. En estos casos es muy útil utilizar aromas frescos y estimulantes, ya que facilitan a los alumnos la capacidad de concentrarse en la tarea y resolver problemas utilizando la lógica y el razonamiento.
También es posible asociar diferentes aromas a cada una de las asignaturas que se estén aprendiendo. Hacerlo así permite que, al volver a entrar a esa aula, los alumnos reactiven los conocimientos adquiridos previamente. Regresar al punto de partida donde se quedaron les resulta más sencillo, y de esta manera se aceleran los resultados de aprendizaje.
De una forma más concreta, se pueden nombrar algunos de los beneficios de los aromas para favorecer el aprendizaje:
Cuando una escuela dispone de una fragancia que la identifica y que a su vez tiene una influencia en el rendimiento del alumnado, el éxito de esa escuela se potencia.
Por una parte, los alumnos asociarán el aroma de la escuela a los momentos de aprendizaje. Y ese será el aroma de su escuela, el que recordarán por siempre con cierta nostalgia y mucho cariño. El aroma que, el día de mañana, cuando regresen para matricular a sus hijos, les conectará de nuevo con todas estas emociones. En ese momento, sentirán la certeza de que es allí donde tienen que aprender sus hijos.
Pero no solo los antiguos alumnos sentirán ese convencimiento inequívoco. Al igual que ocurre en otros procesos de compra, la decisión de unos padres sobre matricular a su hijo/a en una escuela o academia también es en gran parte inconsciente, motivada por factores emocionales. Por supuesto que el plan de estudios, la calidad de los profesores y los resultados de los alumnos van a ser tenidos en cuenta. Pero las sensaciones que sientan durante la visita al centro pueden decantar definitivamente la balanza.
Y en esto, el marketing olfativo tiene un papel importantísimo.