El marketing sensorial es el responsable de multitud de cambios en la forma de hacer publicidad. Lejos quedaron los productos que se presentaban con una cuña pegadiza y poco más. Ahora los sentidos tienen mucha importancia y todas las campañas publicitarias que tienen éxito entran por los ojos, por el oído, por el olfato, por el tacto y por el gusto. Te mostramos algunos ejemplos curiosos de marketing sensorial.
Cacaolat ha sido una de las compañías que más han desarrollado el marketing sensorial en sus campañas. En concreto utilizó dos especialmente llamativas que no pasaron desapercibidas.
La Burger King ha conseguido utilizar el marketing visual de tal manera que el gusto también entra en juego. En sus anuncios se puede ver como van cayendo lentamente los ingredientes uno sobre otro. Esta imagen permite que casi puedas saborearlos, el pan, el queso, la carne a la parrilla, la lechuga fresca, el tomate, el huevo, la salsa…
Lo más probable es que después de ver el anuncio tus papilas gustativas se estén recreando en un producto que no has probado. Por medio de una serie de imágenes, y en tan solo unos segundos, el marketing sensorial empleado en estos anuncios hará que desees comer sus productos.
Pocas sensaciones hay que se puedan comparar al placer de estrenar un coche. Pero claro, esto no está al alcance de todos. Para atraer compradores, Ford ha rociado el interior de sus coches de segunda mano seminuevos con fragancia a nuevo. Además, de una limpieza profunda y de un repaso a la chapa, han decidido utilizar el marketing olfativo de esta manera tan original y agradable, añadiendo mayor valor a estos vehículos.
El marketing olfativo en este caso es sumamente importante, ya que el cliente tendrá una sensación muy parecida a estrenar coche. Los vehículos pierden rápido ese olor a plástico y telas sintéticas, pero que resultan agradables y transmiten sensación de frescor y limpieza. Ford lo ha recuperado con esta llamativa campaña.
McDonald´s utiliza diferentes tácticas de marketing digital para atraer la atención de los clientes. Por ejemplo, en una marquesina de autobuses de Varsovia, utilizó multitud de colores para llamar la atención de los transeúntes.
Además, colocó asientos a modo de teclas de piano para que los que esperaban el autobús reprodujeran la melodía publicitaria de la compañía. Con esto se activaban los sentidos del tacto y del oído, lograban llamar la atención de los que pasaban por ahí. Si conseguían reproducir la melodía obtenían un menú gratis.
Dunkin Donuts quiso aumentar sus ventas en café y utilizó una mezcla de marketing olfativo, visual y sonoro para lograrlo. Pusieron unos dispositivos que esparcen olor a café recién hecho en los autobuses que tenían parada frente a los Dunkin Donuts. Pero no solo eso, el olor se activaba cuando sonaba la melodía de la cadena.
Por si fuese poco, nada más bajar del autobús lo primero que veían los pasajeros era un cartel de Dunkin Donuts y un local cerca de la parada. Las ventas sufrieron importantes aumentos durante el tiempo que duró la campaña.