Por medio de estudios y diferentes técnicas, las compañías de marketing logran mejorar las ventas de un producto específico o de un negocio. Hoy en día se han sumado más métodos para aumentar la buena respuesta de los clientes. Una de ellas es el marketing sensorial, que aprovecha los sentidos para mejorar la experiencia de los compradores. Te hablamos de las variedades que hay dentro del marketing sensorial.
Qué es el marketing sensorial
El marketing sensorial aprovecha los sentidos para que los productos resulten más atractivos para el comprador. Todos ellos tienen importancia y cuantos más se combinen mejor. Esta es la razón por la que hay negocios tan bien decorados, con productos para tocar, con música de fondo, con caramelos y que desprenden un riquísimo olor.
¿Es lo mismo el marketing sensorial que el neuromarketing?
No hay que confundir el marketing sensorial con el neuromarketing. El marketing sensorial estudia y aplica técnicas relacionadas con la percepción de los sentidos. El neuromarketing estudia cómo impacta una publicidad en la atención, la emoción, los recuerdos… son cosas diferentes, aunque tengan relación.
Los diferentes tipos del marketing sensorial
- Marketing visual.¿Recuerdas esa tienda tan bonita, llena de productos delicados y meticulosamente ordenados o ese producto que viene en un envase tan bonito? Pues eso quiere decir que el marketing sensorial ha cumplido su función. Lo que entra por los ojos sirve para hacer una primera evaluación de una tienda y producto. Si el local está bien decorado, apetecerá entrar, aunque no vendan el tipo de productos concretos que se hayan ido a buscar. Lo mismo ocurre si se muestran muchos productos, colocados con estética y sentido. Cuantos más se vean, más posibilidades hay de que el comprador vea algo que le guste y se lo lleve. Y no hay que olvidar los logotipos. Es muy importante que la marca tenga un símbolo gráfico que se distinga de los demás con claridad, para que se recuerde y se identifique desde lejos.
- Marketing sonoro.Hay pocas tiendas que no dispongan de música de fondo. Las melodías afectan al ánimo y a la predisposición del cliente a comprar. Si el comprador está relajado y contento gastará más. La música atrae y crea un buen ambiente si se utiliza bien. Factores como el ritmo, el volumen o la actualidad, son determinantes en este campo. Los sonotipos también son importantes. Si lo que se oye es pegadizo se repite una y otra vez en la mente, justo lo que busca cualquier compañía. Basta con un fragmento corto, musical o no, para que se recuerde por años.
- Marketing táctil. Existen muchísimas más posibilidades de que se venda un producto si antes se toca. Bien sea un bolso, un vestido, una taza o una fruta. Lo que se puede palpar tiene más posibilidades de venderse. Para conseguir el efecto deseado, es importante que los productos estén bien terminados y con un tacto agradable. Si el cliente no quiere soltar el producto se habrá logrado el objetivo del marketing táctil, utilizar el tacto para vender.
- Marketing gustativo.Piensa ahora en ese sabor inconfundible que tiene el producto que tanto te gusta ¿lo puedes saborear? No basta con lograr sabores ricos, hay que esforzarse porque sea especial e inconfundible. Algunas marcas son únicas e inimitables. Han explotado el marketing gustativo al máximo encontrando su sabor original. También se puede aplicar el marketing gustativo de otras maneras, como en tiendas y otros locales. El fin de utilizar el marketing gustativo es hacer la mejor publicidad. Tener caramelos puede ayudar a que las ventas de una tienda aumenten, atraen y fidelizan clientes. Si utilizan sabores muy agradables y poco comunes mejor. Si logran crear su propio sabor lograrán el mayor éxito.
- Marketing olfativo.Tal vez sea el tipo de marketing sensorial menos conocido y explotado, lo cual es un error. Está demostrado que lo que se huele se afianza en la memoria y mueve sentimientos. Con un aroma apropiado, un producto se venderá mucho más, sin duda. El marketing olfativo aplica los conocimientos que relacionan el sistema límbico con el olfato. En este se desarrollan los recuerdos y las emociones, que están estrechamente ligados a las ventas. Si un aroma consigue agradar al cliente y traerle buenos recuerdos, las ventas aumentarán. Grandes compañías y centros comerciales ya disponen de su propio odotipo. Otras impregnan el ambiente de fragancias adecuadas al tipo de productos que venden. Las ventas en estos casos han aumentado significativamente.