Que el e-commerce está ganando terreno es una realidad indudable. Eso supone una amenaza importante para muchas tiendas físicas, especialmente los pequeños comercios. Muchos de estos establecimientos ya han tenido que cerrar, pues han visto como sus ventas poco a poco se iban reduciendo. Además, es difícil competir por precio teniendo en cuenta todos los gastos añadidos que los establecimientos tienen que soportar.
Sin embargo, este no es el final de las tiendas físicas. Todavía hay muchas personas que prefieren comprar en establecimientos donde alguien les atiende personalmente, pueden tocar el género e incluso probarlo antes de realizar la compra. De hecho, tanto es así, que muchas marcas que hasta ahora sólo vendían online están empezando a abrir sus propias tiendas físicas. Parece contradictorio, pero está sucediendo. Ellos saben que el cliente está en la calle y quieren poderlo recibir.
En general, las tiendas físicas están abriendo cada vez más su propia tienda virtual, y las tiendas virtuales se están interesando en abrir su tienda física. ¿El motivo? La omnicanalidad. Las empresas entienden que no hay clientes virtuales y clientes presenciales. El cliente es el mismo, está en ambos espacios y compra en los dos. Por eso, poder estar en ambos entornos es un factor importante para sobrevivir.
Si tienes una tienda física, quizás ya te hayas planteado crear tu propia tienda virtual. Pero esa no es la única estrategia que deberías llevar a cabo para sobrevivir a la era del e-commerce.
La clave está en crear una experiencia de compra inigualable. Conseguir que los clientes queden fascinados con su visita a tu establecimiento, con el trato de tus empleados y con los productos que allí encuentra. La clave es que los clientes se enamoren de la experiencia y deseen volver a tu tienda física, no solo por todo lo que encuentran en ella, sino también por lo que sienten cuando están allí.
Si quieres sorprender a tus clientes justo cuando entran a tu establecimiento, haz que el ambiente sea especial. No quieres que tu tienda sea como todas las demás. La decoración, la música y el aroma deben ir en sintonía para que el impacto positivo esté asegurado.
Las tiendas que aplican el marketing olfativo en su negocio saben perfectamente que el olfato tiene un poder en las emociones que conviene aprovechar. Disponer de un aroma único que conecte con el público al que te diriges hará que se sientan a gusto, que te reconozcan de inmediato y que la sensación sea cálida y confortable. El aroma acompañará tu mensaje y reforzará tu misión.
Si quieres que tu público no tenga dudas en elegir tu tienda frente a comprar el mismo producto en un e-commerce, debes aportar valor a la experiencia.
No te limites a exponer los productos. Interésate por las necesidades de tus clientes y recomiéndales lo que de verdad les puede ayudar. Habla de las virtudes de cada opción -y porqué no, de los inconvenientes- para que puedan tomar una decisión acertada. Que se vayan sabiendo que han comprado lo mejor para ellos, y con la sensación de que han recibido un asesoramiento personalizado, atento y de calidad. Eso nunca lo podrán encontrar en un ecommerce, y las tiendas que lo sepan aprovechar lograrán el éxito.
No hace falta tener un ecommerce para aprovechar la omnicanalidad de tus clientes. Las redes sociales pueden darte esa visibilidad que necesitas. El objetivo no será que compren online, sino más bien estar presente en sus vidas para que no se olviden de tu tienda, mostrar las novedades que has recibido para despertar el deseo de visitarte y finalmente atraerlos a tu establecimiento.
Muchas veces las personas prefieren ir a una tienda física porque allí pueden charlar. Y no sólo con las personas que están a cargo de la tienda, sino con otras clientas o con sus amistades. Somos seres sociales, y disponer de un local físico promueve las relaciones, algo que jamás podrá conseguir un e-commerce. Aprovecha esto para crear comunidad. Por ejemplo, puedes organizar eventos cada cierto tiempo para charlar de temas que interesan a tu público objetivo, presentar productos que cubran sus necesidades, hacer talleres… Es importante fomentar todo lo que suponga generar vínculos emocionales, tanto entre tú y tus clientes, como entre ellos mismos. Eso se verá reflejado en clientes más fieles a tu tienda y además te aportará mayor autoridad.
Como ves una tienda física tiene algunas ventajas frente a una tienda virtual. Saber aprovecharlas es esencial para sobrevivir a la era del e-commerce. Sí, quizás las tiendas virtuales pueden ofrecer precios más ajustados o pueden vender a cualquier hora y cualquier día del año. Pero jamás podrán ofrecerle al cliente la calidez, el ambiente y el asesoramiento que les darás en tu tienda física.